Tratamiento del pie diabético



El podólogo juega un papel importante respecto a la atención y cuidados periódicos en las alteraciones tienen en el pie el paciente diabético.

Algunos pacientes diabéticos requieren tratamiento curativo y/o preventivo urgente por parte de un podólogo por problemas dermatológicos.

Los pacientes presentan alteraciones ungueales, hiperqueratosis y helomas; en los pies de los diabéticos tienen un riesgo mayor de padecer una ulceración.


Niveles de prevención:

Prevención primaria: Es la revisión periódica de los pies de los pacientes diabéticos que no requieren ninguna actuación terapéutica, ya que no presentan ninguna deformidad en el pie, ninguna lesión en la piel y que tienen la sensibilidad conservada.

Prevención secundaria: Detectar y tratar el pie de riesgo.

Tratamiento de la úlcera en el diabético es:

  • Curar la úlcera
  • Descargar el pie afectado, mediante descargas provisionales o definitivas (ortesis de silicona o soportes plantares)
  • Reposo

Prevención terciaria: Diseñar ortesis, estabilizar la marcha y evitar, en la medida posible, la progresión de la enfermedad.


Consejos básicos para tener los pies sanos:

Vigilar todos los días sus pies. Si tiene problemas visuales, solicite la ayuda de un familiar. Inspeccione la presencia de rozaduras, llagas, cortes, ampollas, durezas, áreas enrojecidas o hinchadas.

Lavar diariamente sus pies con agua templada y jabón suave y neutro. El baño no debe durar más de 10 minutos. Secarse bien.

No utilizar agentes irritantes como callicidas, cuchillas, alcohol, yodo, agua salada. Si se utiliza esparadrapo, debe ser hipoalérgico.

Evitar que los pies estén demasiado húmedos o demasiado secos. Mantenga la piel suave e hidratada (puede utilizar una crema hidratante).

Limar las uñas (no cortarlas) semanalmente o más a menudo si es necesario, en línea recta, con lima de cartón.

Protegerse del calor y el frío: no caminar descalzo, si se le enfrían los pies ponerse calcetines, no se utilizar mantas eléctricas, bolsas de agua caliente, hielo.

Utilizar calzado adecuado. Utilizar progresivamente los zapatos nuevos. Los calcetines no deben oprimir, utilizar tejidos naturales.

Caminar diariamente (siempre calzado).

Consultar a su podólogo si nota cualquier lesión.